El seguro de impago de alquiler es una herramienta crucial para proteger a los propietarios frente a situaciones imprevistas que puedan afectar al cobro de las rentas de su vivienda alquilada. Pero ¿cuánto cuesta realmente este seguro? Te contamos qué factores determinan el precio final de la prima de un seguro de impago de alquiler.
Índice
- ¿De qué depende el precio de un seguro de impago de alquiler?
- ¿Quién paga un seguro de impago de alquiler: el propietario o el inquilino?
- ¿Por qué invertir en un seguro de impago de alquiler?
¿De qué depende el precio de un seguro de impago de alquiler?
Lo primero que debe conocer un propietario que está pensando en contratar un Seguro de Impago es que el precio de los seguros de impago de alquiler es cerrado, aunque puede aumentar o disminuir en función de una serie de aspectos que cliente puede elegir y que fundamentalmente son:
- La renta del alquiler mensual que pide el propietario al inquilino
- Los meses de cobertura que el propietario desee: 6, 12, 18 o 24 meses. Esta cobertura determina el número de meses durante los cuales la aseguradora adelantará las rentas impagadas al propietario cuando su inquilino deje de pagar.
- El periodo de franquicia. Es decir, el periodo de tiempo que el asegurado debe asumir antes de que la compañía de seguros comience a cubrir las pérdidas por impago. Por ejemplo, si un seguro de impago de alquiler tiene una franquicia de un mes, significa que el propietario asumirá el impago de la primera mensualidad, y a partir del segundo mes, la aseguradora comenzará a cubrir las rentas impagadas.
- La aseguradora seleccionada
El precio resultante puede variar entre un 3,5% y el 6% de la renta anual del alquiler en función de cómo se combinen los parámetros citados anteriormente. A modo de ejemplo, para un propietario que fija una renta mensual de 800€ y percibe unos ingresos de 9.600€ al año, el precio anual del seguro puede variar entre los 380€ (con franquicia) hasta los 430€ (sin franquicia) con 12 meses de cobertura de rentas impagadas.
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De forma excepcional pueden existir Seguros de Impago de alquiler donde el precio, además de variar en función de los aspectoscitados anteriormente, la aseguradora también ajuste el precio según el perfil económico del inquilino, como es el caso de la aseguradora Caser.
¿Quién paga un seguro de impago de alquiler: el propietario o el inquilino?
El contrato de un seguro de impago de alquiler debe estar a nombre del propietario, quien habitualmente es la persona que debe pagar el seguro de impago de alquiler, ya que lo contrata con el objetivo de garantizar el cobro de la renta mensual en el caso de que el inquilino deje de pagar. No obstante, es común que el propietario llegue a un acuerdo particular con el inquilino para que le pague el importe del seguro, normalmente, en el momento de firma de contrato de alquiler.
¿Por qué invertir en un seguro de impago de alquiler?
Aunque el pago del seguro representa un gasto adicional para los propietarios, la protección que ofrece un seguro de impago de alquiler puede hacer que contratarlo sea más rentable a largo plazo que no hacerlo.
Como hemos comentado en otros posts, los seguros de impago de alquiler son un tipo de póliza que ofrece a los propietarios tranquilidad y seguridad financiera a la hora de poner una vivienda o local en alquiler, garantizando el pago de las rentas en caso de que el inquilino no cumpla con sus obligaciones. Además, entre sus coberturas incluye otros servicios muy útiles para ayudar a los propietarios a proteger sus intereses, como es la cobertura de Defensa legal, la asistencia en caso de desahucio o cobertura de daños en la vivienda causados por actos vandálicos.
Por ello, la principal razón para invertir en un seguro de impago de alquiler es que este tipo de seguros les ayudan a minimizar los riesgos a los que se exponen al poner una vivienda o un local en alquiler ofreciendo protección tanto para sus ingresos, como para su vivienda y sus propios intereses.
Sufrir pérdidas significativas de ingresos por impagos, tener que costear un proceso judicial para poner en marcha un desahucio o litigar con un inquilino moroso para que asuma los daños causados en la vivienda puede ser mucho más costoso que contratar un seguro.