Cada vez se habla más de los alquileres de temporada, un tipo de alquiler por tiempo limitado, que tiene determinadas características tanto para su formalización como para la contratación de servicios asociados como los seguros de impago de alquiler.
Índice
- ¿Qué es un alquiler de temporada?
- ¿Qué seguros necesita un alquiler de temporada?
- ¿Cómo funciona el Seguro de Impago para alquileres de temporada?
¿Qué es un alquiler de temporada?
El alquiler de temporada es una modalidad de alquiler que se rige por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) específicamente creado para responder a una necesidad de vivienda durante un tiempo limitado debido a una causa justificada. Es decir, lo que determina que un contrato de alquiler sea de temporada es la razón o el porqué de esa temporalidad, no la duración del contrato.
Se trata por tanto de alquileres para personas que necesitan una vivienda por un tiempo limitado ya sea por un traslado temporal a una ciudad por trabajo, para cursar 9 meses de estudios o porque, por ejemplo, necesiten tener una vivienda durante el tiempo en el que se están haciendo obras en la suya.
A diferencia de un contrato de vivienda habitual, el alquiler de temporada no tiene una duración máxima ni mínima estricta, por lo que no es necesario que su duración sea de menos de un año. Los contratos de alquiler de temporada pueden incluso tener una duración superior a la del contrato de una vivienda habitual siempre que la razón de esa temporalidad lo justifique (por ejemplo, un contrato de alquiler de 16 meses para un consultor que se traslada a otra ciudad durante ese tiempo para realizar un proyecto).
Otra diferencia entre los contratos de alquiler de temporada y los de vivienda habitual es que la fianza en este tipo de alquileres es de dos meses, en lugar de uno.
¿Qué seguros necesita un alquiler de temporada?
Para un alquiler de temporada, es recomendable contar con tres tipos de seguros: Un Seguro Multirriesgo Hogar que proteja la vivienda alquilada de posibles imprevistos como incendios, robos o daños por agua, entre otros, un Seguro de Responsabilidad Civil para Inquilinos que proteja al inquilino frente a los daños que pueda causar en la vivienda alquilada o a terceros durante la estancia y un Seguro de Impago de Alquiler que ofrezca al propietario protección ante el posible impago de las rentas por parte del inquilino.
¿Cómo funciona el Seguro de Impago para alquileres de temporada?
Los Seguros de Impago de Alquiler para alquileres de temporada funcionan, en esencia, igual que los Seguros de Impago para Alquiler de vivienda habitual. En cambio, tienen algunas particularidades, sobre todo en relación a los requisitos de contratación.
Al igual que en el caso de los alquileres habituales, para contratar un seguro de impago de alquiler de temporada, es necesario realizar un estudio de viabilidad del inquilino. Este estudio asegura que el inquilino tenga la solvencia suficiente para hacer frente al pago del alquiler. Si el estudio es favorable, se puede proceder con la contratación del seguro. Sin embargo, es posible que para poder asegurar este tipo de alquileres la aseguradora nos exija una duración mínima y máxima del contrato de alquiler. Además, siempre será imprescindible que el contrato de alquiler refleje el motivo que da lugar a la temporalidad del arrendamiento.
La cobertura de impago de alquiler de estos seguros garantiza que, si el inquilino deja de pagar, la aseguradora adelantará el pago de las rentas mensuales hasta el límite contratado durante la vigencia del contrato. Además, los Seguros de Impago de Alquiler para alquileres de temporada incluyen también la cobertura de actos vandálicos y la cobertura de defensa jurídica. De este modo, si al finalizar el contrato de temporada el inquilino no abandona la vivienda, la aseguradora iniciará los trámites legales necesarios para iniciar el proceso de desahucio y recuperar la propiedad.
Es importante destacar que la prima de los seguros de impago de alquiler para contratos de temporada, en algunos casos, varía respecto al seguro para contratos de vivienda habitual. Y, en función de la compañía, puede que la renovación del seguro no sea automática como es usual: si el contrato de alquiler se extiende o cambia a un contrato de vivienda habitual, se debe formalizar un nuevo contrato y una nueva póliza de seguro.