Si estás pensando en alquilar una vivienda o poner la tuya en alquiler tienes la opción de hacerlo de manera independiente o a través de una agencia inmobiliaria. Siempre es recomendable recurrir a profesionales para evitar fraudes y otros inconvenientes que pueden surgir al realizar el alquiler entre particulares. Pero, ¿sabes quién tiene que asumir el pago de la comisión de la inmobiliaria por las gestiones del alquiler?
Las inmobiliarias ofrecen una serie de servicios por los que cobran un precio fijo o una comisión sobre el importe de la renta. Además de buscar inmuebles a arrendar e inquilinos en busca de piso y enseñar la vivienda, se ocupan de gestionar el papeleo necesario, pueden ofrecer modelos de contratos, ofrecer un seguro de impago del alquiler para alquilar la vivienda con garantías y en algunos casos se encargan de gestionar el alquiler durante toda la duración del mismo. Por todo ello, como es lógico, cobran un importe denominado comisión inmobiliaria.

¿Qué es la comisión inmobiliaria del alquiler?
La comisión inmobiliaria es la cantidad que cobra una agencia inmobiliaria por los servicios que ofrece para alquilar una vivienda; es decir, es el importe que el propietario, el inquilino o ambos, según el caso, pagarán por tramitar dicho alquiler y todas las gestiones a realizar.
¿Cómo se calcula la comisión de la inmobiliaria en los servicios de alquiler?
La comisión de agencia que facturan los profesionales dependerá de factores como la oferta y demanda de la zona, el estado del piso, el precio medio de referencia en el mercado, si se trabaja con esa inmobiliaria en exclusiva, etc.
En el sector inmobiliario no hay ninguna normativa ni organismo que regule los honorarios mínimos y máximos que hay que abonar a una inmobiliaria que gestiona el alquiler de una vivienda. Sin embargo, el porcentaje habitual suele ser de un 10% de la renta anual o el importe de una mensualidad.
Así, si una inmobiliaria alquila un piso de 1.000 euros mensuales, podría cobrar en torno a 1.200 euros (10% de la renta anual). En cambio, si se opta por cobrar una mensualidad, la comisión será de 1.000 euros.
¿Quién paga la comisión inmobiliaria?
No existe ninguna ley que indique quién se ocupa de pagar la comisión inmobiliaria, si el arrendador, el arrendatario o ambos. Sin embargo, según contempla la ley de arrendamientos urbanos (LAU), los gastos de gestión inmobiliaria y de formalización del contrato corren a cargo del arrendador cuando este sea una persona jurídica. Es decir, si el propietario del inmueble es una empresa, el inquilino no tiene que pagar los gastos de agencia.
A pesar de que, como ya hemos dicho, la ley no regula quién debe pagar la comisión en el caso de personas físicas, suele ser casi siempre el arrendatario quien se hace cargo del importe.
¿Cuándo se paga la comisión de agencia a la inmobiliaria por el alquiler?
Cuando se contratan los servicios del profesional inmobiliario solo para realizar los trámites iniciales del alquiler, esta comisión se cobra una sola vez. En cambio, si se contrata una gestión integral del mismo, dicho servicio tendrá un coste mensual.
Lo habitual suele ser que la comisión inmobiliaria se pague antes de la entrega de llaves al inquilino y debe constar en el contrato de arrendamiento, al igual que el resto de cantidades que deberá abonar el arrendatario. A diferencia de la regulación anterior, que no establecía ningún límite para la fianza, la actual Ley de Arrendamientos Urbanos la limita a un máximo de tres meses: uno de fianza legal más uno o dos meses más como garantía adicional.